Cuando pensamos en educación, siempre pensamos en una elevación del nivel que tenemos como personas. No es para menos: entre menos ignorantes seamos, mayor será nuestra “rentabilidad” como personas y podremos exigir mejores puestos y mejor condiciones laborales.
Sin embargo también la educación nos da otro panorama. Nos brinda otra visión completamente distinta y nos permite razonar mas allá del común. Luego entonces, la educación no solo se convierte en un “activo”, o en un “recurso humano” mas, sino que también se convierte en una forma de vida, en un derecho, en una oportunidad de crecer como persona en espíritu y en esencia.
Siendo así, entonces la pregunta del millón en los últimos tiempos es: ¿Cómo debemos considerar la educación? ¿Cómo un bien mas al cual solo deben tener acceso los que más tienen? ¿O puede ser un bien el cual debe procurarse un acceso de masas?
Es cierto que en muchos países la tendencia es en definitiva a la privatización de la educación. Sin embargo las experiencias no han sido del todo favorables: millones de chicos se han visto orillados a optar caminos que no deseaban debido a que no contaban con recursos suficientes para solventar su preparación académica. Al momento no existen datos confiables que correlacionen el aumento de problemas sociales con el proceso de privatización ya mencionado, pero lo que si se ha observado es que a partir de los años 70’s y 80’s que en EU se empezó a observar este fenómeno, si hubo una tendencia alarmante a la alza de problemas sociales. No es posible correlacionar estos eventos porque pudo haberse debido a muchos factores, pero en mi particular punto de opinión esto es un signo de que algo está pasando al respecto.
Las becas son un factor preponderante, pero no necesariamente es la regla. Esto no es un asunto de “filantropía” sino de acceso público. Pero al dar un acceso en masa se corre el riesgo de disminuir la calidad en la preparación del alumnado. Luego entonces la pregunta es también: ¿La educación debe estar enmarcada en un contexto elitista? ¿O cualquier que así lo desee debe tener acceso a la educación, aún cuando en eventos anteriores no haya mostrado un buen desempeño? Y para culminar con un análisis más interesante, la pregunta más “polémica” es: ¿Un promedio de calificación es realmente un índice confiable que permita discernir entre educación “de calidad” de la que no lo es?
Se ha demostrado fehacientemente que una instrucción tendiente a la preparación globalizada ha dado muy buenos resultados en quien la ha tomado. Aquellos alumnos que toman uno o más cursos de idiomas ajenos al natal, que estudian culturas ajenas a las suyas y que toman clases en otras naciones ajenas a las suyas han demostrado tener un desempeño sobresaliente y una mejor adaptación a los cambios de ambiente, laboralmente hablando. Sin embargo, tal como ya se ha señalado, esto es muy peligroso dado que existe el riesgo real de la famosa “fuga de talentos”. Otra pregunta en definitiva sería ¿Conviene en realidad una educación “globalizada”?
Al respecto, en mi muy particular punto de vista puedo señalar que es interesante el proceso de globalización y no es del todo perjudicial, siempre y cuando no se deje de lado la cultura y los intereses nacionales. Esto tampoco se trata de un nacionalismo exacerbado, pero si de una preservación de “lo nuestro”, de nuestra pertenencia, de nuestra identidad, de lo que nos difiere de otras regiones. Debemos tener una educación más global pero sin olvidar los requerimientos específicos de nuestra región.
Otro tema no menos importante es el tipo de educación que estamos otorgando en cuanto a profesiones se refiere. No estoy en contra de las humanidades ni de las ciencias sociales, que sin duda son necesarias e indispensables en cualquier sociedad, pero hay datos claros y contrastantes: China ha hecho una promoción intensa de las profesiones afines a las ingenierías y las ciencias y su desarrollo ha sido bastante prometedor. Muchos jóvenes chinos muestran enorme interés en estas áreas y han logrado que el desarrollo y la competitividad sean la constante de crecimiento del país en su conjunto. México cada vez va más de mal en peor y su índice de ingenieros y científicos va en decrecimiento. ¿Acaso sea un factor correlacionable? ¿Será que es un factor importante para desarrollar el impulso que requiere el país?
Para culminar este ensayo, quiero señalar que la privatización en la educación no es la solución. Eso quitaría el carácter “democrático” de la educación. Sin embargo también es indispensable elevar el nivel de evaluación en los centros de formación. Debemos exigir al educando que enseñe mejor y al alumnado que aumente su compromiso y su nivel. No es posible que siga la misma estructura “charra” en la educación básica de nuestro país, y que una persona ignorante y con intereses personales (léase lideresa del SNTE) sea la que designe los lineamientos de la base en cuanto a educación se refiere. Mientras tengamos estructuras burocráticas ineficientes, corruptelas, falta de promoción de la ciencia, tendencia a los intereses personales y no de grupo y desinterés por parte del alumnado, por mas privatizaciones que haya, por mas aumentos en los estándares, por más pruebas que haya, México no va a salir del rezago educativo que actualmente muestra.