Ya hace varios años que los Administradores se han preocupado de como llevar a una empresa al éxito de manera eficiente, productiva y creativa. Y se han preocupado por conocer y estudiar todo lo referente a lo que en inglés conocemos como "Management"...
Y aún cuando los resultados no han sido del todo malos, han volteado a verse a sí mismos y analizado la forma en como liderar una organización, pero muy poco han volteado a ver a sus subordinados...´Qué piensan de ellos, qué opinan de sus acciones, qué pasa por su cabeza mientras ellos dan órdenes, cuáles son sus expectativas para con la empresa...
Y la importancia de la base es enorme! Porque en la medida que giremos nuestros ojos a nuestros subordinados, podremos hacer mas eficiente y productiva a nuestra organización.
A menos que tengamos un "Papi o Mami" con empresa, o bien una buena "palanca" que nos asegure un lugar como ejecutivo Sr de una organización, nuestro fin inicial como egresados es convertirnos en un subordinado. Y es entonces cuando debemos analizar hasta donde queremos llegar. Debemos pensar en cual será el papel que queremos desempeñar dentro de nuestra organización. Debemos estar consientes de si queremos ser invisibles para la organización o debemos estar comprometidos para con ella.
Pero una cosa interesante me salta a la cabeza: ¿Cuando se está comprometido con una causa, lo estamos realmente por la causa misma o mas bien por causa propia?
En la política hemos escuchado muchas veces de personas que ayudan a crecer al partido o a su líder aún a costa de su propia imagen o reputación. Y justo cuando su partido o líder está en una posición privilegiada, usualmente los subordinados utilizan dicha situación para beneficiarse personalmente. Es un ejemplo claro de "alentar la causa", procurar "beneficiar al partido", pero siempre pensando en un interés personal. Esto podrá ser eficiente, podrá ser productivo, pero igual puede ser potencialmente peligroso.
Un muy buen líder sabe todo esto. Sabe que hay gente que está con el de manera incondicional pues está comprometido con él. Pero también hay gente que le es "fiel" por cuestiones meramente personales. Es ahí cuando el líder analiza cual debe ser la dinámica para con estas personas.
Lo cierto es que como subordinados tenemos que fijar claramente nuestros objetivo, establecer nuestras metas, ser sinceros con nuestros intereses y luchar por no ser "invisibles". Después de todo, si la tirada es dejar de ser subalterno y llegar a ser "jefe", entonces debemos ser "comprometidos con la causa"... aunque después enseñemos las garras!
¿Qué tan ético es luchar por intereses personales dentro de una organización? ¿Qué tan peligroso es para un líder contar con personas "fieles"? ¿Cuál es papel que debemos tomar nosotros como recién egresados? ¿Que piensan de lo escrito por Keller?... Espero sus comentarios!